viernes, 10 de abril de 2015

Por las de siempre


Ellas son de las de no desde siempre, pero si para siempre. De enfadarnos por tonterías pero a los dos minutos reírnos como si nada. De salir todas juntas y que al final se quede una sola bailando en la pista. De cuidarnos las unas a las otras cuando las noches acaban pasando factura. Son las que te roban tu comida pero también son de las que te apropias medio armario.
Cuando solo te apetece llorar y llorar sabes que tienes para elegir entre cualquiera de ellas. Que hay momentos en que desearías que se callaran un año cuando te enfadas, pero sabes que no puedes aguantar un día sin hablar con ellas. Aunque cada una este en una punta del mundo te escribirán para preguntarte que tal tus vacaciones y de paso para que les aconsejes en que foto subir. Que aunque estés mucho tiempo sin verlas sabes que el día del reencuentro será como si no hubieran pasado las horas.


 
Y es verdad eso de que en las buenas estás rodeada de gente pero cuando las cosas se ponen difíciles es cuando te das cuenta de que realmente amigos de verdad hay pocos. Son de las que se plantan en tu casa para animarte a hacer lo que sea. En sus casas te tratan mejor que en la tuya y sus padres te quieren mas que a sus hijas, en las que ni se pregunta si puedes quedarte a dormir. 

De las que año tras año te traen una tarta el día de tu cumpleaños  y ya han planeado como matar a ese tío. Son las que no se cansan de escuchar tus historias, y las que te dan consejos que nunca sigues. Con las que convives y tienes que asegurarse de que todas acaben en sus camas sanas y salvas. 
 Son esas con las que brindas cada viernes que puedes, y cada año nuevo pides que sea incluso mejor que el anterior.
Son como psicólogas 24h, son las que dicen "una mas y a casa", son las que te apoyan a hacer dieta para comerse lo tuyo, son las que nunca te ocultan la verdad porque saben que aunque duela, es mejor saberla.

Que aunque te enfades con ellas millones de veces, sabes que ninguna discusión es suficiente como para separaros, que estés donde estés van a estar pegadas al teléfono y por mucho que pasen los años, van a seguir al pie del cañón. Porque yo y ellas, ellas y yo, somos una.

V.

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