Pero sin esperarlo, llega ese instante en el que crees estar viviéndolo en el presente, como si un deja vù se convirtiera en el presente.
Y es que hay veces que aunque cierres puertas, te llaman a gritos desde dentro hasta que no tienes mas remedio que abrirla. Y cuando vuelves a notar la brisa del mar en ese mismo sitio sabes que hay una segunda parte. Que era una historia por terminar, y que si el pasado te estaba reclamando algo era porque tenías algo pendiente.
Es diferente a un principio, por que no es algo desconocido, es aquello de lo que tienes conciencia mucho antes del comienzo de todo. Es como si ya conocieras todo antes de vivirlo, pero al mismo tiempo tienes la incertidumbre de lo que puede deparar el futuro. Y creías que era imposible que pudiera reabrirse la herida que ya había cicatrizado; pero dicen que solo puede arreglarte el corazón la misma persona que te lo rompió. Y ojalá sean muchos 23 más.
V.
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