Y nunca mejor dicho, que se den por aludidos los que se creen que por soltarte cuatro tonterías van a conquistarte. Estais equivocados he de decir.
En más de una ocasión he comprobado personalmente como los hombres deducen que la mejor forma de atrapar a la mujer en cuestion es decirle lo que quiere oír y que sus armas de seducción pueden superar a las contradicciones que este ponga en práctica. Pero lo que no saben es que tu ya estas dos pasos por delante y un escalón por encima. Que cuando sus acciones son contrarias a sus palabras, ya queda todo muy claro.
Los que juegan al despiste, al hoy te quiero y mañana ya no, ahora eres lo que más me importa y luego dejas de hacerlo, esos son desgraciadamente los que mas suelen rondar por nuestras vidas, más que nada, porque su población aumenta por momentos.
Nunca me canso de repetir que quien la sigue, la consigue, y que por mucho que alguien te prometa la luna si no estira el brazo, nunca la alcanzará. Tenemos la pésima costumbre de dejarnos llevar por las palabras, porque según de la boca de la que salgan, tienen mayor impacto en nosotros. Nunca entenderé la capacidad que tienen los hombres para cambiar de opinión tan rápido, y que si por ellos fuera, un día vivirían aquí y otro allá, y un día te quieren y al siguiente no.
Pero porque encerramos con candado sus palabras en nuestros cerebros y en nuestro corazón y dejamos que permanezcan, pero si no lo hacemos, se las lleva el viento, y vuelan.
Quizás algun dia vuelvan, pero solo si estan acompañadas de acciones que demuestran. Porque no son las palabras, sino los actos los que definen quien es alguien. Y si ese alguien no se ha molestado en demostrar que lo eres todo, para ti no es nada. Porque dicen que las palabras se las lleva el viento, y a las personas, el tiempo.
V.
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